martes, 6 de agosto de 2019

¿Por qué Simba no confiaba en sus padres?

Una reflexión para mamá y papá

Este fin de semana fuimos al cine a ver El Rey León, un clásico de Disney, la misma historia que ya todos conocemos pero que en esta ocasión me ha dejado resonando algunas cuestiones:

¿Qué habría pasado si Simba hubiese contado a sus padres las razones por las que fue a las “tierras oscuras”? ¿por qué ni Mufasa ni Sarabi se interesan en averiguar qué llevó a su cachorro a exponerse a tamaño riesgo? ¿cuál es la razón por la que el rey y la reina no advierten a Simba sobre lo peligroso que es el tío Scar? ¿por qué pese a que, tanto Mufasa como Sarabi, son padres cariñosos existe tan escasa intimidad emocional entre ellos y su hijo? lo digo porque Simba parece no contarles sus principales preocupaciones a sus padres: ser valiente, su anhelo de ser rey, encontrar su rugido, su aflicción por haber ido a las tierras oscuras ¿qué habría pasado si Sarabi y Mufasa ayudaban a Simba a comprender y gestionar estas emociones y pensamientos? Muy probablemente Simba no habría necesitado escuchar ni creer al tío Scar y se habría evitado las gravísimas e irreversibles consecuencias que esto le trajo.

Si bien es una película que ya está escrita y que responde a un guion, lo que sucede en ella respecto a la relación entre Simba y sus padres también ocurre en la vida real en las relaciones entre padres e hijos.

Hace poco conversaba con un grupo de niños sobre esta película, varios de ellos estaban enojados con Simba: “¿cómo pudo ser tan tonto? Por su culpa su padre murió”, “¡Simba sí que es bruto! Se equivocó muchas veces”, “¡Sí, fue su culpa!”… en eso una pequeña dijo: “Su papá sólo le prohibió ir a las tierras oscuras, debió explicarle por qué esa regla era importante y estar seguro de que Simba lo entendió”, esta respuesta me sorprendió muchísimo y me arrancó una gran sonrisa del rostro, esta niña pequeña lo había entendido todo, seguramente en su casa las reglas no se imponen arbitrariamente sino que siempre tienen una razón de ser y se explican hasta asegurarse de que todos las han entendido.

Una gran película que me ha dejado dos reflexiones:
  1. La importancia de cultivar la intimidad emocional con nuestros niños, esto es que nosotros seamos un refugio seguro para ellos, un refugio al que puedan llegar y mostrarnos sus miedos, sus errores, sus preocupaciones, sus deseos, sus pensamientos, su vida misma. Para conseguirlo también nosotros necesitamos abrirnos a ellos y, muy importante,  necesitamos escucharlos sin juzgarlos, sin enojarnos, sin atacarlos. ¿Quién querría contar sus íntimos secretos a alguien que se enojará cuando los sepa? Hemos de desarrollar nuestras habilidades para acompañarlos a reflexionar sobre sus equivocaciones y a enmendarlas. Para educar no tienes que despertar miedo, basta con que despiertes y entrenes la toma de consciencia.
  2. Es una peli que también te puede servir para hablarles a tus hijos sobre las personas peligrosas que pueden haber en nuestro entorno, sobre el peligro de ciertos “secretos” como el que el tío Scar dijo a Simba y sobre la importancia de nunca guardar tales secretos. Sin embargo de nada servirá esta plática si no cultivas la intimidad emocional en casa y si tu hijo teme a tu enfado y a la forma en que reacciones cuando te cuente lo que le ocurre o los errores que ha cometido.
Que no te pase como a varios de aquellos niños con los que conversé y no sea que al final de todo no puedas mirar lo que tu pequeño Simba está viviendo dentro de sí y que además le eches la culpa de las consecuencias que han pesado principalmente sobre el mismo, sólo y desamparado, Simba.

Daysi Arcos
Orientadora Educativa Familiar
Coach de Familia e Inteligencia Emocional
Crianza Consciente y Respetuosa
mamialamedida@gmail.com
WhatsApp  0998825873 (+593 998825873)
Cuenca.

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